¿A qué edad el acné es más fuerte?

a qué edad el acné es más fuerte

¿A qué edad el acné es más fuerte? El acné es una afección cutánea que afecta a muchas personas en diferentes etapas de la vida. Se produce cuando los poros de la piel se obstruyen con sebo, células muertas y bacterias, lo que provoca inflamación, enrojecimiento y granos. El acné puede causar molestias, dolor, infecciones y cicatrices, además de afectar la autoestima y la confianza de quienes lo padecen.

¿Pero a qué edad el acné es más fuerte? ¿Hay algún momento en el que esta condición se agrava o se reduce? ¿Qué factores influyen en su aparición y severidad? En este artículo, desde Propiel, la clínica dermatológica en Guatemala de la Dra. Dania de Silva, te explicamos todo lo que necesitas saber sobre el acné y cómo tratarlo de forma efectiva.

¿A qué edad el acné es más fuerte?

La respuesta a esta pregunta no es única, ya que el acné puede variar según cada persona y su situación particular. Sin embargo, hay algunas etapas de la vida en las que el acné suele ser más frecuente y severo:

La adolescencia

Esta es la etapa más común para desarrollar acné, ya que coincide con los cambios hormonales propios de la pubertad. Estos cambios estimulan las glándulas sebáceas de la piel, que producen más grasa y favorecen la obstrucción de los poros. El acné adolescente suele afectar principalmente a la zona T del rostro (frente, nariz y mentón), pero también puede aparecer en el pecho, la espalda y los hombros. El acné adolescente puede durar desde unos meses hasta varios años, dependiendo de cada caso.

El embarazo

Otra etapa en la que las hormonas juegan un papel importante es el embarazo. Durante este periodo, las mujeres experimentan un aumento de los niveles de progesterona, una hormona que también estimula la producción de sebo. El acné del embarazo suele aparecer en el primer trimestre y puede persistir hasta después del parto. El acné del embarazo puede afectar a cualquier zona del cuerpo, pero suele ser más frecuente en el rostro.

La menopausia

Al igual que el embarazo, la menopausia implica cambios hormonales que pueden desencadenar o agravar el acné. En este caso, se produce una disminución de los niveles de estrógeno, lo que altera el equilibrio entre esta hormona y la testosterona. Esto hace que las glándulas sebáceas se vuelvan más sensibles a la testosterona y produzcan más grasa. El acné de la menopausia suele afectar al mentón, las mejillas y la mandíbula.

Otros factores que pueden influir en el acné

Además de la edad y las hormonas, hay otros factores que pueden contribuir a la aparición o empeoramiento del acné. Algunos de ellos son:

La genética

Si tus padres o familiares cercanos tuvieron o tienen acné, es más probable que tú también lo desarrolles.

La alimentación

Aunque no hay una relación directa entre lo que comemos y el acné, algunos estudios sugieren que ciertos alimentos pueden favorecer o perjudicar la salud de nuestra piel. Por ejemplo, se ha observado que los alimentos con alto índice glucémico (como los azúcares refinados, las harinas blancas o las bebidas gaseosas) pueden aumentar la inflamación y la producción de sebo. Por el contrario, los alimentos ricos en antioxidantes (como las frutas, las verduras o el té verde) pueden ayudar a proteger y reparar nuestra piel.

El estrés

El estrés también puede afectar a nuestra piel, ya que libera cortisol, una hormona que estimula las glándulas sebáceas y provoca inflamación. Además, el estrés puede hacer que descuidemos nuestra higiene y cuidado personal, lo que puede empeorar el aspecto de nuestra piel.

Los cosméticos

Algunos productos cosméticos pueden obstruir los poros o irritar la piel, lo que puede provocar o agravar el acné. Por eso, es importante elegir productos adecuados para nuestro tipo de piel, preferiblemente no comedogénicos (que no obstruyen los poros) y hipoalergénicos (que no causan alergias). También es importante limpiar la piel antes y después de aplicar los cosméticos, así como cambiar con frecuencia las esponjas, brochas o toallas que usamos para maquillarnos o desmaquillarnos.

¿Cómo tratar el acné?

El acné es una afección que requiere un tratamiento adecuado y personalizado, ya que no todos los casos son iguales. El tratamiento del acné puede incluir:

Productos tópicos

Son cremas, geles o lociones que se aplican sobre la piel afectada por el acné. Estos productos pueden contener ingredientes como el peróxido de benzoilo, el ácido salicílico, el ácido azelaico o los retinoides, que ayudan a eliminar las células muertas, reducir la inflamación, combatir las bacterias y regular la producción de sebo.

Medicamentos orales

Son pastillas o cápsulas que se toman por vía oral para tratar el acné desde dentro. Estos medicamentos pueden ser antibióticos, anticonceptivos o isotretinoína, que actúan sobre las causas del acné y previenen su reaparición. Estos medicamentos requieren una prescripción médica y un seguimiento periódico, ya que pueden tener efectos secundarios.

Tratamientos estéticos

Son procedimientos que se realizan en una clínica dermatológica para mejorar el aspecto de la piel con acné. Estos tratamientos pueden ser peelings químicos, microdermoabrasión, láser o luz pulsada intensa, que ayudan a exfoliar la piel, eliminar las impurezas, estimular la regeneración celular y atenuar las cicatrices.

En Propiel, la clínica dermatológica en Guatemala de la Dra. Dania de Silva, somos expertos en el diagnóstico y tratamiento del acné. Contamos con un equipo de profesionales cualificados y con la tecnología más avanzada para ofrecerte los mejores resultados. Si quieres decirle adiós al acné y recuperar la salud y belleza de tu piel, no dudes en contactarnos y solicitar una cita. ¡Te esperamos!

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